
Se les considera como un sólo sector. Fueron los barrios residenciales de los europeos principalmente ingleses a fines de siglo pasado. En ellos se encuentran lugares como la Iglesia Anglicana de Saint Paul (construida en 1860), Paseo de los 14 Asientos, el Paseo Pierre Loty, la Iglesia Luterana, los Paseos Atkinson, Gervasoni y Yugoslavo. Cada uno de ellos es un verdadero balcón de hermosas vistas hacia la bahía y el ajetreo del plan. Se accede desde la Plaza Aníbal Pinto o subiendo en el ascensor Turri ubicado frente al tradicional reloj Turri.
Desde el comienzo de la dominación española, el cerro alegre formó parte de una de las mercedes de tierra otorgadas por don Pedro de Valdivia en favor de los capitanes que se habían distinguido en las campañas de la Conquista. Los primeros propietarios fueron el Capitán don Juan Rodrigo de Guzmán, su esposa Ana Hernández y el Capitán Nicolás Octavio. En 1672, de común acuerdo, hicieron donación de éstos terrenos a la orden de los Agustinos; más los cerros de Valparaíso no poseían gran valor, y así el predio fue incluido en la venta que un siglo después, en 1724, efectuara el prior Miguel Arrúe al Capitán Luis García Venegas y que comprendía, entre otras posesiones, este cerro limitado por las Quebradas de San Agustín y del Almendro.
Cerro Alegre
El proceso de ocupación de los cerros se produjo en Valparaíso una vez saturado el espacio disponible en el plan. La primera manifestación orgánica de esta expansión puede ubicarse a principios del siglo XIX. En la segunda década, el comerciante inglés William Bateman, adquirió un sitio en el cerro Alegre donde edificó una solitaria vivienda; su actitud precursora halló rápido eco entre sus compatriotas que, atraídos por la instalación de la República se habían radicado en el puerto dedicándose a actividades de importación y exportación. Este grupo, social y económicamente muy definido, se estableció en el cerro Alegre, generando un barrio residencial formado por viviendas de un nivel de construcción superior al habitual de la época. En torno a esta arquitectura, novedosamente confortable, se agregó una profusa disposición de jardines que contribuyeron a acentuar el aspecto pintoresco de este primer grupo habitacional. El vivo colorido de ambas , arquitectura y naturaleza, determinaron la denominación de Cerro Alegre que lo identifica desde entonces.
Este barrio, cuyo eje ordenador es la calle Montealegre, mantuvo estas características a través de todo el siglo XIX. En el siglo XX, a consecuencias del terremoto de 1906, se produjo un cambio notorio en la arquitectura del cerro. La mayoría de las viviendas dañadas por el sismo, fueron reemplazadas por amplias mansiones unifamiliares que dieron más homogeneidad al sector. La unidad de expresión se conserva hasta hoy, aunque sólo en los exteriores, ya que interiormente muchas residencias han sido subdivididas. Escapa a este destino el Palacio Baburizza.
Cerro Concepción
Desde el comienzo de la dominación española, el cerro alegre formó parte de una de las mercedes de tierra otorgadas por don Pedro de Valdivia en favor de los capitanes que se habían distinguido en las campañas de la Conquista. Los primeros propietarios fueron el Capitán don Juan Rodrigo de Guzmán, su esposa Ana Hernández y el Capitán Nicolás Octavio. En 1672, de común acuerdo, hicieron donación de éstos terrenos a la orden de los Agustinos; más los cerros de Valparaíso no poseían gran valor, y así el predio fue incluido en la venta que un siglo después, en 1724, efectuara el prior Miguel Arrúe al Capitán Luis García Venegas y que comprendía, entre otras posesiones, este cerro limitado por las Quebradas de San Agustín y del Almendro.
Cerro Alegre
El proceso de ocupación de los cerros se produjo en Valparaíso una vez saturado el espacio disponible en el plan. La primera manifestación orgánica de esta expansión puede ubicarse a principios del siglo XIX. En la segunda década, el comerciante inglés William Bateman, adquirió un sitio en el cerro Alegre donde edificó una solitaria vivienda; su actitud precursora halló rápido eco entre sus compatriotas que, atraídos por la instalación de la República se habían radicado en el puerto dedicándose a actividades de importación y exportación. Este grupo, social y económicamente muy definido, se estableció en el cerro Alegre, generando un barrio residencial formado por viviendas de un nivel de construcción superior al habitual de la época. En torno a esta arquitectura, novedosamente confortable, se agregó una profusa disposición de jardines que contribuyeron a acentuar el aspecto pintoresco de este primer grupo habitacional. El vivo colorido de ambas , arquitectura y naturaleza, determinaron la denominación de Cerro Alegre que lo identifica desde entonces.
Este barrio, cuyo eje ordenador es la calle Montealegre, mantuvo estas características a través de todo el siglo XIX. En el siglo XX, a consecuencias del terremoto de 1906, se produjo un cambio notorio en la arquitectura del cerro. La mayoría de las viviendas dañadas por el sismo, fueron reemplazadas por amplias mansiones unifamiliares que dieron más homogeneidad al sector. La unidad de expresión se conserva hasta hoy, aunque sólo en los exteriores, ya que interiormente muchas residencias han sido subdivididas. Escapa a este destino el Palacio Baburizza.
Cerro Concepción

La colonia inglesa ya instalada promovió la construcción de una iglesia Anglicana, para lo cual, se dice, viajó desde Gran Bretaña una comisión de expertos a objeto de darle una ubicación adecuada, pues se sabía que Valparaíso sufría periódicamente terremotos. En 1856 se inaugura el alumbrado público a gas, correspondiendo al Cerro Concepción 15 faroles. Con ello se reemplaza el farolito a sebo o parafina, herencia de la Colonia y que cada propietario debía colocar en su puerta. El guardián o alguacil de la época anunciaba el fin del día y el comienzo de las sombras con su pregón lejano y distante: “las ocho han dado y sereno”. El 1 de diciembre de 1883 se inaugura el ascensor Concepción, “cuyos carros de madera eran accionados por contrapeso, según un sistema hidraúlico que operaba mediante estanques de agua, ubicados en ambos lados del recorrido”. Consigna el plano topográfico de 1884, editado por Recadero Tornero, una población de 4.971 habitantes para la subdelegación Nº 8 (Cerro Concepción), en tanto la ciudad de Valparaíso tiene una población de 100.515 habitantes, de acuerdo al censo realizado en 1880. En este laberinto de calles, pasajes, recodos, plazoletas naturales y artificiales, subidas y bajadas múltiples, miradores ocultos y oceánicos, casas inéditas y encumbradas, yace y subyace el Cerro.
Cerro Artillería

Cerro Barón

Situado en el extremo oriente del plan. En él se encuentra la Iglesia de San Francisco, una de las reliquias de la ciudad. En este cerro nació el ministro Diego Portales. Primitivamente se le denominaba sólo con el nombre de “Morro”. Más tarde se construyó un fuerte, el que fue terminado en el año 1796. Como en el año anterior Ambrosio O’Higgins había recibido el título de Barón de Vallenary, el Cabildo de Valparaíso decidió celebrar este acontecimiento como su ascenso alVirreinato del Perú, lo que originó que más tarde se identificara al cerro como “Cerro Barón”.
Cerro Bellavista
El cerro Bellavista posee este nombre por la hermosa vista que desde él se tiene, debido a que está situado en el sector central de la cadena de cerros porteños, permitiendo una visión de la bahía de Valparaíso, del plan y del resto de los cerros. En el pasado tuvo un gran mirador que lamentablemente desapareció con las edificaciones que se levantaron contiguas a él. Hoy en día se encuentra la estatua del Cristo Redentor y que por lo demás, el sector mismo de cuya imagen debió ser cerrado para preservarlo.
El cerro está limitado por las quebradas del Circo y de Yerbas Buenas. En nuestra actualidad ambas fueron convertidas en calles; quebrada del Circo es la calle Ferrari, en homenaje al Regidor Municipal Ricardo H. de Ferrari, que permaneció por varios períodos en la Corporación Porteña. La quebrada de Yerbas Buenas mantiene su nombre, recordando la batalla librada el 26 de Abril de 1813.
En el cerro Bellavista se destacan los siguientes atractivos:
* Casa Museo de Pablo Neruda “La Sebastiana”
* Museo a Cielo Abierto
* El Cristo Redentor
* Ascensor Espíritu Santo
Cerro O`higgins (Llamado Cerro “Las Zorras”)
Antiguamente los numerosos miembros de la colonia inglesa que habitaban Valparaíso continuaron con sus deportes tradicionales, como es el caso de la “Caza de Zorras”, animales que se encontraban en abundancia en el lugar. De ahí deriva que a este Cerro también se le denomine “Las Zorras”.
A partir del siglo XX se impuso el nombre actual al construirse el monumento a Bernardo O’Higgins en la cercanía del alto del Puerto, sitio donde el prócer despidió a la Escuadra Libertadora del Perú.
Cerro Playa Ancha

Desde principios del siglo XVIII se han encontrado documentos en que se habla de Playa Ancha. Sin embargo, lo denominado por este nombre no ha sido siempre la misma extensión de terreno, sino que ha ido experimentando una paulatina extensión. Al parecer, primitivamente designaba la planicie donde se encuentran el Auditorio Alejo Barrios y el Estadio Municipal de Valparaíso. Allí había un campo de instrucción militar que se aprovechaba para las “Paradas” dieciocheras y era llamado el “Campo de Marte.
El origen del nombre de Playa Ancha es curioso. No existe en Valparaíso ninguna playa de gran extensión, todas aquellas que se encuentran en las cercanías del barrio así denominado son muy pequeñas y no justificarían la traslación del topónimo desde las orillas del mar a lo alto de los cerros. A nuestro parecer sólo puede explicarse por una metáfora en la que tácitamente se compara la planicie ubicada en la cima del cerro, con bastante extensión, con una playa, seguramente por su primitiva fisonomía arenosa y llana o bien, se hizo una relación con el “Campo de Marte” el cual su extensión también era bastante amplia, llana y arenosa.
Se encuentran en él la Universidad de Playa Ancha, la Universidad de Valparaíso con sus facultades de Odontología, Arquitectura y Diseño, Química y Farmacia, Faro Punta Ángeles, Escuela Naval Arturo Prat, Instituto Hidrográfico de la Armada, Regimiento Maipo, Estadio de Fútbol y Atletismo, Velódromo, Mirador de la Marina Mercante. Su nombre proviene del campo de marte, lugar de instrucción militar, donde se ubica hoy el Parque Alejo Barrios, extenso llano arenoso. (fuente: www.turistel.cl)
Cerro Bellavista
El cerro Bellavista posee este nombre por la hermosa vista que desde él se tiene, debido a que está situado en el sector central de la cadena de cerros porteños, permitiendo una visión de la bahía de Valparaíso, del plan y del resto de los cerros. En el pasado tuvo un gran mirador que lamentablemente desapareció con las edificaciones que se levantaron contiguas a él. Hoy en día se encuentra la estatua del Cristo Redentor y que por lo demás, el sector mismo de cuya imagen debió ser cerrado para preservarlo.
El cerro está limitado por las quebradas del Circo y de Yerbas Buenas. En nuestra actualidad ambas fueron convertidas en calles; quebrada del Circo es la calle Ferrari, en homenaje al Regidor Municipal Ricardo H. de Ferrari, que permaneció por varios períodos en la Corporación Porteña. La quebrada de Yerbas Buenas mantiene su nombre, recordando la batalla librada el 26 de Abril de 1813.
En el cerro Bellavista se destacan los siguientes atractivos:
* Casa Museo de Pablo Neruda “La Sebastiana”
* Museo a Cielo Abierto
* El Cristo Redentor
* Ascensor Espíritu Santo
Cerro O`higgins (Llamado Cerro “Las Zorras”)
Antiguamente los numerosos miembros de la colonia inglesa que habitaban Valparaíso continuaron con sus deportes tradicionales, como es el caso de la “Caza de Zorras”, animales que se encontraban en abundancia en el lugar. De ahí deriva que a este Cerro también se le denomine “Las Zorras”.
A partir del siglo XX se impuso el nombre actual al construirse el monumento a Bernardo O’Higgins en la cercanía del alto del Puerto, sitio donde el prócer despidió a la Escuadra Libertadora del Perú.
Cerro Playa Ancha

Desde principios del siglo XVIII se han encontrado documentos en que se habla de Playa Ancha. Sin embargo, lo denominado por este nombre no ha sido siempre la misma extensión de terreno, sino que ha ido experimentando una paulatina extensión. Al parecer, primitivamente designaba la planicie donde se encuentran el Auditorio Alejo Barrios y el Estadio Municipal de Valparaíso. Allí había un campo de instrucción militar que se aprovechaba para las “Paradas” dieciocheras y era llamado el “Campo de Marte.
El origen del nombre de Playa Ancha es curioso. No existe en Valparaíso ninguna playa de gran extensión, todas aquellas que se encuentran en las cercanías del barrio así denominado son muy pequeñas y no justificarían la traslación del topónimo desde las orillas del mar a lo alto de los cerros. A nuestro parecer sólo puede explicarse por una metáfora en la que tácitamente se compara la planicie ubicada en la cima del cerro, con bastante extensión, con una playa, seguramente por su primitiva fisonomía arenosa y llana o bien, se hizo una relación con el “Campo de Marte” el cual su extensión también era bastante amplia, llana y arenosa.
Se encuentran en él la Universidad de Playa Ancha, la Universidad de Valparaíso con sus facultades de Odontología, Arquitectura y Diseño, Química y Farmacia, Faro Punta Ángeles, Escuela Naval Arturo Prat, Instituto Hidrográfico de la Armada, Regimiento Maipo, Estadio de Fútbol y Atletismo, Velódromo, Mirador de la Marina Mercante. Su nombre proviene del campo de marte, lugar de instrucción militar, donde se ubica hoy el Parque Alejo Barrios, extenso llano arenoso. (fuente: www.turistel.cl)
No hay comentarios:
Publicar un comentario